Zapatitos de la Virgen

Zapatitos de la Virgen

Una de las plantas más curiosas de Sepúlveda es la conocida como “Zapatitos de la Virgen”.  Se trata de una planta perteneciente a la familia de la amapolas – la familia de las papaveráceas-.    Pequeña y delicada vive en los viejos muros de piedra calcárea de la Villa. Forma delicadas almohadillas que durante unos pocos días presentan flores blancas y rosadas.  Sepúlveda queda adornada cada primavera por flores que parecen brotar “milagrosamente” de la piedra.

La aparición de los “Zapatitos de la Virgen” es un evento muy esperado por los habitantes de Sepúlveda y los visitantes, quienes disfrutan de la belleza efímera de estas flores. Este espectáculo natural añade un toque de magia a las calles y rincones de la villa, realzando su encanto histórico y pintoresco.

Además de su valor estético, los “Zapatitos de la Virgen” tienen una importancia ecológica significativa. Al crecer en las fisuras de las piedras calcáreas, contribuyen a la biodiversidad local y sirven como indicadoras de la salud del ecosistema urbano. Su capacidad de prosperar en un entorno aparentemente inhóspito es un testimonio de la adaptabilidad y la resiliencia de la naturaleza.

La leyenda popular también atribuye propiedades místicas a esta planta. Se dice que su floración trae buena suerte y que observar sus delicadas flores es un presagio de prosperidad para el año entrante. Esta creencia añade una dimensión cultural y espiritual a la fascinación que despiertan los “Zapatitos de la Virgen”.