Los montes, páramos y bosques que rodean la Villa de Sepúlveda se transforman cada otoño. Todo aparece “re-pintado”, “re-iluminado” y “re-perfumado”. Los ocres surgen por sorpresa saturándose al sol del otoño; el suelo “expira” aires con aroma a trufa, enebro y romero. Es la última “inspiración” de la naturaleza antes del relevo del invierno.
Si la temperatura y la humedad acumulada han sido las adecuadas, cientos de setas y hongos proliferan en la zona (Montes de Segovia). Desde octubre hasta diciembre cestas y bastones recorren los numerosos acotados de la zona de Sepúlveda. Es una magnífica oportunidad para conocer la zona y disfrutar de un maravilloso paseo por la naturaleza.
En la zona se dan incontables variedades de setas y hongos pero tal vez las opciones más obvias y seguras para los no iniciados sean las setas de cardo (“pleurotus eryngii”), los boletus (“boletus edulis”) y los níscalos (“lactarius deliciius”). Su recolección en la zona es fácil y abundante asegurándonos una jornada memorable no solo por la belleza del paisaje sino también por el éxito recolector.
Recomendamos obtener el permiso de recolección bien online (en www.micocyl.es) o acercarse a la oficina de la Diputación de Segovia.